Quienes somos

Independientes, invisibles y tejiendo redes transnacionales.

9/1/09

Más allá de la cifras del Calendario.

Existen tantos calendarios y tanta gente que se identifica con los mitos, leyendas e historias que rodean estos calendarios, que en mí, suscita cierto interés. Sobre todo cuando las interpretaciones respecto a lo anterior van más allá del significado práctico, pragmático y programático, que nos tienen que ofrecer estas herramientas pensadas para hacer nuestras vidas fáciles y con sentido.
Hace unos 2009 supuestamente un niño nació y luego se convirtió en carpintero, y parece que lo hizo tan bien que se le dedico un calendario cuando ya nadie recordaba cuando nació. ( Ah!! El Niño era Jesús y el carpintero el hijo de dios).
Luego después un señor con su gente emprendió un viaje desde la Meca hacia Medina, dos ciudades de Arabia Saudita, y gracias a esta pequeña migración se implantó un calendario, que hoy estamos en 1430. Por cierto digo pequeña migración con cierta razón, pequeña por qué se me ocurrió buscar la distancia en el Google Maps entre estas dos ciudades y casualmente estaban a unos 340 Km de distancia. Y digo migración por qué en árabe este calendario se llama calendario migratorio o de la migración. En definitiva los 340 Km hace 1430 eran divinos, y no tienen nada que ver con los 340 Km que actualmente recorre mucha gente diariamente para ir y volver del trabajo.
Un tiempo más atrás otro señor- y aquí echo en falta calendarios que tengan una leyenda o mito protagonizado por alguna mujer- encabezó una resistencia en la antigua berberia (Norte de África) frente a la invasión Romana por el mar Mediterráneo, y como en toda buena historia histórica, hubo guerra durante mucho tiempo, y como es habitual en todas las guerras hay unos ganadores, en esta historia fueron los beréberes. Y tiempo después se les ocurrió crear calendario festejando tal victoria. Y todo esto paso supuestamente hace 2959.
Resumiendo y sin animo de criticar o intentar ser sarcástico, parece que si nace un niño, si viaja un señor y si un grupo de gente gana una guerra son motivos suficientes para tener un calendario. Aunque luego existan personas que reúnen las tres cosas a la vez y se han quedado sin calendario, y creo que no se pierden nada.
Visto así, solo diría que las leyendas están hechas para creerlas así despierta nuestra creatividad e imaginación. Más todavía si son contadas en formato micro y en tres párrafos. Pero los calendarios son otra cosa, responden a un esfuerzo científico digno de admiración, son instrumentos de orientación espacial y temporal independientemente de quien es el niño, el migrante o los ganadores de guerra.
Y por cierto!!! Creo que todo esto tiene algo que ver con los movimientos y las rotaciones del sol y la luna. Pero modestamente os recomiendo mejor los mitos que son divertidos y entretenidos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

quien es el carpintero, pero está bien. ironia barata, pero refleja cierto esfuerzo.

jejeje
verdada mal contada

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