En tiempos difíciles, cuando existe un aire parcialmente contaminado, se exige de todos nosotros tener los pulmones bien preparados para respirarlo con cierta incomodidad, pero este ejercicio nos induce o nos tiene que inducir directamente a proponer medidas para cambiar de aires.
La crisis de gestión financiera que está viviendo la actualidad mundial, ha ido contaminando de una forma brutalmente rápida otros sectores donde la gestión es necesariamente necesaria, como la gestión política y social. Y de alguna forma ha tenido o más bien está teniendo impactos directos en paralizar y congelar los motores de la gestión, que son las ideas.
El artículo del Sr. Esteban Ibarra en Infomedio, relacionaba directamente la crisis económica y la xenofobia, y más aún establecía una conexión proporcional entre ambas partes de la burbuja perversa que puede englobar la crisis económica y la xenofobia. Y parece que esta dualidad está sustentada por muchas investigaciones y estudios en la materia de algunos organismos reconocidamente fiables.
El planteamiento de la siguiente cuestión propone aspectos que van más allá del nexo proporcional de la afirmación: la crisis económica alimenta la xenofobia. ¿La crisis económica alimenta el miedo a combatir la xenofobia? El temor que indican las cifras y los estudios respecto a la primera cuestión es grave, y necesita un tratamiento delicado, para no caer en la autoalimentación o la retroalimentación de lo que denunciamos. Y a nadie le conviene contaminar más el aire contaminado que está respirando. Sin embargo la segunda cuestión, ofrece un elemento a trabajar conjuntamente: el miedo social a combatir la xenofobia. De esta manera ampliamos nuestro escenario de actuación, nuestra disposición a considerar todas las partes de la sociedad (incluso los que no sufren directamente la crisis económica, la xenofobia o ambas) y finalmente trasladamos el debate a todos los sectores donde la crisis de gestión es de alguna forma anfitriona de la fiesta de la reflexión/acción.
No sé hasta qué punto la exposición de la segunda cuestión es más eficaz, pero desde luego, su carácter preventivo destaca. Sobre todo cuando se trata de dar respuesta a una inquietud social común que se está convirtiendo, según los datos, en hechos concretos.
Este ejercicio, necesita un consenso primordial. Que puede empezarse en no marcar una escala prioritaria a la hora de actuar. Se actúa conjuntamente, al mismo tiempo y con la misma intensidad y dedicación desde las distintas esferas de trabajo: la cultural, política, social y económica.
Y para eso la responsabilidad al respecto es conjunta, y no tiene dueño ni amo específico, y una vez acompañada con la dedicación merecida se convierte en aquel compromiso grupal y social con el cual todos nos sentimos identificados. Esta identificación es el primer paso de nuestra modesta marcha.
Ver Articulo de Sr. Esteban Ibarra en INFOMEDIO. http://www.infomedio.org/2008/11/15/la-crisis-economica-alimenta-la-xenofobi
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